“La puta madre patria es un tríptico de cuentos que aún me gustan mucho. El primero y más extenso es el que le da título al libro. Para mí, es una exaltación de lo kitsch y una vendetta histórica a través del mundo de la pornografía. ‘El Fuete Quishpe’ es una suerte de inmigrante ilegal que tiene la osadía de replantear el canon occidental cuya senda fue marcada por Linda Lovelace, Ron Jeremy, Tinto Brass y otros ilustres lascivos”.
Todos sabemos que los libros son objetos hermosos. Basta recordar aquellos manuscritos que ahora son resguardados en museos como piezas de arte y que contienen aplicaciones de oro en las hojas, forros de piel, hermosos dibujos y textos que sólo algunos privilegiados podían leer. Con la llegada de la imprenta, la producción de manuscritos fue sustituida por la de “libros” y a partir de ese momento la difusión de textos fue mucho mayor.
Cuando conocí Las cinco leyes de la Biblioteconomía de Ranganathan, logré, como dicen los creyentes: “ver la luz”. Se que suena exagerado, pero seamos sinceros, queridos colegas, describir qué es una biblioteca, lo que hace, para qué sirve, no es cosa fácil.
CUBO DE RUBIK, suplemento de literatura del sitio Ladobe (Puebla) para los nacidos en la década de los 80 se renueva y abre sus puertas a invitados que, mes con mes, recomendarán nuevos talentos literarios.
“¿Usted no es de aquí, verdad?, ¿es bibliotecaria?, ¡Pensé que era licenciada!”, me dijo con cierta sorpresa aquel hombre sentado en la mesa de a lado. Sonreí. No supe qué responder. Sucede que cuando digo que soy bibliotecaria algunas personas se desdibujan, otras tartamudean y otras me preguntan: “¿lees mucho?”, “¿no te aburres?”, “¿y acomodas muchos libros al día?”. Entiendo que no saben de qué se trata lo que hago, ¡no tienen por qué saberlo! Lo que me desagrada es que piensen que el trabajo en una biblioteca es sencillo.
(César Cortés Vega nos envió este tracklist postscriptum para escucharse mientras se leen -o se intenta dejar de leer- los ensayos de Periferias y mentiras, segunda publicación en nuestro catálogo de libros electrónicos).
En un primer inicio, en el momento de la planeación, se nos ocurrió convocar a una serie de escritores que nos compartieran textos, de ficción o ensayísticos, en los que se amalgamara lo mejor posible la tradición de Día de Muertos con día de Brujas. Teníamos ya en nuestras manos el trabajo gráfico de María Marta Linero. Apenas era mayo o junio y dejamos correr el tiempo.